El ego es una característica que tenemos las personas por apreciarnos; sin embargo el exceso de esta cualidad resulta perjudicial en algunas personas que se sienten superior a los demás. Si bien es cierto que debemos apreciarnos y valorarnos, también tenemos que respetar la forma de pensar de los demás y reconocer positivamente sus cualidades y sus defectos. Compartimos con ustedes algunas frases de ego, que muchas veces son necesarias cuando queremos levantar nuestros ánimos de la mejor manera.
- Antes de criticarme primero intenta superarme. Tu envidia alimenta mi ego y me fortalece más.
- Que tontos son aquellos que se alejan de lo que es real, verdadero y duradero y en cambio persiguen las formas fugaces del mundo material, formas que son simples reflejos en el espejo del ego.
- Que tontos son aquellos que se alejan de lo que es real, verdadero y duradero y en cambio persiguen las formas fugaces del mundo material, formas que son simples reflejos en el espejo del ego.
- Las personas con un gran ego necesitan ser el centro de atención, ansían reconocimiento y les preocupa muy poco los demás. Por el contrario, una saludable autoestima nos permite respetar nuestros propios deseos y también los de los demás.
- Todos los artistas tienen egos grandes.
- Recuerda, el ego necesita retos. Vive con el reto.
- Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto.
- El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir
- Me pregunto: ¿Qué haría yo sin mí?
- Si la belleza fuese pecado yo no tendría perdón de Dios
- La única cosa buena después de mi, es mi reflejo.
- Todos los días amanezco guapo… pero hoy exageré.
- Todas las cosas son posibles, mientras pienses en mí.
- No me odies por ser hermosa, ódiame por que todos están seguros de que lo soy.
- Quererme es fácil, olvidarme imposible.
- Me gustaría ser tu, así tendría una amiga tan buena como yo.
- Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir.
- Es mucho más interesante subir los ojos y admirar el cielo que quedarse mirando el suelo.
- Nadie ha aprendido el sentido de la vida hasta que ha sometido a su ego para servir a sus hermanos.
- Si valoras y alimentas el ego cuando hay reconocimiento público, asegúrate que sea compatible con los actos, porque si en verdad prevalecen los valores de honestidad admitir el fraude sería más valeroso y honesto, que llevar honores inmerecidos.