Los celos a menudo están presentes en nuestra relación de pareja. En ocasiones son fundados, pero la mayor parte de las veces son completamente infundados, y la capacidad para acabar con ellos está dentro de nosotros mismos.
Son un problema que debe tratarse, muchas veces con ayuda de especialistas en el tema, porque de lo contrario podrían ser la causa de la terminación de la relación.
Lo primero que tenemos que considerar cuando tengamos un ataque de celos es la razón por la que existen, es decir, qué causa esta sensación.
Tenemos que analizar las razones por las que se originan así como el miedo al que deriva. Por norma general el miedo se basa en la posibilidad de perder a la persona o por miedo a ser engañado, muchas veces motivado por malas experiencias anteriores.
Tenemos que razonar nuestros pensamientos y analizar la razón de su existencia. Muchas veces, los celos parten de la falta de autoestima. Si no nos valoramos lo suficiente, tendemos a pensar que todo el mundo es mejor que nosotros. Por ello, fortalecer nuestra autoestima es un buen paso para conseguir solucionarlo. Un psicólogo puede ser una buena herramienta en este sentido.
Los celos no sólo acaban con la pareja, sino con nosotros mismos, ya que nos llenamos de angustia y cada vez minamos más nuestras capacidades. Si no solucionamos los celos, podemos acabar perdiendo a una pareja estable y acabar con otra que no tendría redaños en engañarnos.
Es decir que sino se trata este problema podría durar toda la vida y hacer de nosotros personas inseguras que estaremos llenas de celos, y estaremos constantemente pensando cosas que no son y desconfiando de la otra persona.
Lo mejor aquí es que evalúes si eres tú quien siente celos infundados, en caso que tuvieras razón y la otra persona te engañe realmente entonces lo mejor que puedes hacer es dejarla.