Sigmund Freud es considerado como una de las personas más importantes del siglo XX, debido a sus aportes realizados en el campo de la ciencia. Se considera como el padre del psicoanálisis que explica el por qué de algunas conductas en las personas, así como las causas psicológicas que los originan; desarrollando de esta manera la teoría de la mente y las causas que originan sus enfermedades.
Freud nació en 1856 y era una persona con mucha inteligencia, es por ello que las frases de Freud han quedado inmortalizadas en la historia. En 1886 abrió una clínica donde trataba desordenes nerviosos mediante la hipnosis obteniendo resultados sorprendentes. En 1899 publicó su obra más importante llamada La interpretación de los sueños, con el cual se creaba una nueva disciplina: El psicoanálisis. Algunos de sus libros fueron quemados en 1938 debido a causas sociopolíticas. Murió en 1939 a causa del cáncer de paladar que padecía desde hace varios años antes.
- Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.
- Recordar es el mejor modo de olvidar
- Lo mejor es enemigo de lo bueno.
- La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
- Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
- Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.
- Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino.
- Dijo Platón que los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad.
- Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante.
- Y es que la naturaleza no hace nada en vano, y entre los animales, el hombre es el único que posee la palabra.
- Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco.
- Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.
- Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio.
- Cada uno de nosotros tiene a todos como mortales menos a sí mismo.
- La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mi.
- Un buen día, echando la vista atrás, se dará usted cuenta de que estos años de lucha han sido los más hermosos de su vida.
- Así como al jinete, si quiere permanecer sobre el caballo, a menudo no le queda otro remedio que conducirlo a donde este quiere ir , también el yo suele trasponer en acción la voluntad del ello como si fuera la suya propia.
- Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad; pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza.
- El que ama, se hace humilde.
- Jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos.
- He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fue fácil.
- La incapacidad para tolerar las diferencias es la raíz de todos los problemas.
- La interpretación del sueño es la vía más corta hacia el conocimiento de lo inconsciente.
- La religión es una ilusión que deriva su fuerza del hecho de que satisface nuestros deseos instintivos.
- Si quieres poder soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte.
- La anatomía es el destino.
- Como a nadie se le puede forzar para que crea, a nadie se le puede forzar para que no crea.
- El entendimiento es una tabla lisa en la cual nada hay escrito.
- La represión se contrapone al yo, y se plantea la tarea de cancelar las resistencias que el yo exterioriza a ocuparse de lo reprimido.
- La voz del intelecto es callada, pero no ceja hasta conquistar una audiencia y, en última instancia, después de interminables repudios consigue su objetivo. Es éste uno de los pocos aspectos en los que cabe cierto optimismo sobre el futuro de la humanidad.
- Llamamos perversa a una práctica sexual cuando se ha renunciado a la meta de la reproducción y se persigue la ganancia del placer como meta autónoma.
- Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.
- La tensión entre las exigencias de la conciencia moral y las operaciones del yo es sentida como sentimiento de culpa.
- Nos moriremos todos, pero nuestras obras permanecerán.
- Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio.
- Todo chiste, en el fondo, encubre una verdad.
- La más clara prueba de que existe vida inteligente en otros planetas es que aún no han venido a visitarnos.
- La religión es comparable con la neurosis infantil.
- No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre
- La verdad al cien por ciento es tan rara como el alcohol al cien por ciento.
- Ser completamente honrados consigo mismo es un buen ejercicio.
- El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal.
- Es propio del filósofo poder especular sobre todas las cosas.
- No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a donde ir.
- Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño.
- La inmortalidad significa ser amado por mucha gente anónima.
- La función del arte en la sociedad es edificar, reconstruirnos cuando estamos en peligro de derrumbe.
- El hombre se aproxima con su obra a la gratificación de sus deseos.
- Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad; pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza.
- El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.
- En todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros, y deseos que no quiere confesarse a sí mismo.
- He aquí la gran incógnita que no he podido resolver, a pesar de mis treinta años de investigación sobre el alma femenina: ¿Qué es lo que quiere la mujer?
- Si quieres vivir, prepárate para morir.
- La civilización está permanentemente amenazada por la desintegración debido a la hostilidad primaria del hombre.