El asunto de la ropa puede llegar a convertirse en un problema de pareja que acaba creando discusiones e, incluso, que la relación acabe por romperse.
Aunque suene algo extraño, lo cierto es que es así. Por norma general suele ser la ropa de la mujer que molesta al hombre, y por varias razones. Casi siempre se puede decir que el problema estriba en las modas actuales, que en ocasiones buscan más enseñar que tapar, y es habitual que a la pareja esto no le siente bien. Faldas muy cortas, blusas con mucho escote, excesivas transparencias, etc.
Sin duda, el problema se basa en que a los hombres no les gusta que otros hombres miren lascivamente a sus parejas.
Por ello, lo más recomendable es dar las dos partes su brazo a torcer y llegar a un entendimiento lógico. Ni porque una mujer se vista más recatada ha perdido su libertad ni porque un hombre tenga que aceptar que está junto a una mujer atractiva pierde la suya.
Sucede muchas veces que cuando estamos solteros o solteras acostumbramos a vestirnos de una manera que mejor nos parezca y no hay otra persona que pueda estar reclamándonos eso (a excepción de los padres, si aún dependemos de ellos), y ya una vez que empezamos la vida en pareja nos hemos acostumbrado a esas modas y por lo tanto nos disgusta que otra persona nos diga cómo tenemos que vestirnos.
Como mencionamos anteriormente, lo mejor es estos casos es buscar un entendimiento mutuo y buscar una solución al problema, ya que la comunicación efectiva puede ayudarnos con ello.
Las mujeres deben comprender que su cuerpo es parte de ellas pero que los hombres son provocados por eso mismo cuando ellas acostumbran a enseñar un poco más de lo debido, por ello se debe buscar hacer siempre lo correcto y si es posible tomar la opinión de tu pareja o llevarle cuando vayas de compra por tu ropa.