Nelson Mandela fue un personaje histórico de Sudáfrica. Fue un abogado y político que luchó contra el racismo, razón por la cual obtuvo 250 premios internacionales, incluyendo un premio nóbel de la paz en 1993. Antes de todo eso fue un preso político.
Fue presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999, donde trabajó incansablemente por ver unido a su país. Murió el 5 de diciembre de 2013, a la edad de 95 años. Dentro de su destacada trayectoria dijo muchas frases y reflexiones interesantes, de las cuales compartimos las más destacadas:
- La mayor gloria de una persona no es caer, sino levantarse siempre.
- Si tuviera el tiempo en mis manos volvería a hacer lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquiera que se atreva a llamarse a sí mismo hombre.
- Si quieres hacer las paces con tu enemigo, debes trabajar con tu enemigo. Entonces él se volverá tu compañero.
- Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera ni dentro de la cárcel.
- Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos.
- Yo no tenía una creencia específica excepto que nuestra causa era justa, era fuerte y estaba ganando cada vez más apoyo y más terreno.
- Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo.
- Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar.
- Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.
- La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
- Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.
- Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión.
- Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí.
- La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré para la eternidad.